
Ayelén Cervin vive en Río Negro, es vendedora ambulante de churros y desesperación la llevó a ofrecer uno de sus riñones a cambio de dinero para pagar la abultada deuda de 300 mil pesos que contrajo cuando fundió la panadería donde trabajaba, junto a su marido.
“Sé que la venta de órganos es ilegal y más de uno me va a juzgar por esta actitud, pero realmente no encuentro otra solución. Estoy desesperada”, manifestó. Por el momento vende empanadas, medialunas y churros para poder cubrir el alquiler del departamento donde vive con su pareja y sus dos hijos de 13 y 15 años, reportó lmcipolletti.com.
«Tengo una deuda muy grande que pagar, tuvimos que cerrar la panadería, tengo 300 mil pesos de deuda, en marzo comenzamos el emprendimiento y en agosto cerramos, con mi marido», contó la mujer en declaraciones a Telefé Neuquén.
«Habíamos conseguido un crédito y con eso abrimos la panadería, siempre con la intención de crecer, pero la situación no nos ayudó, nos endeudamos con el alquiler y los gastos de luz y gas», indicó.
Hace unos días, ella y su marido vendieron empanadas y muchos amigos y vecinos le compraron para ayudarla. Ahora vende churros con dulce de leche en la ruta 65 frente a Sthimpra. «No tenemos trabajo ninguno de los dos, mi marido solo reparte agua en Cipolletti y apenas alcanzamos a pagar el alquiler», comentó Ayelen.
Con respectó a la publicación, la mujer indicó que tuvo consultas, «Ayer una chica me pregunto cuanto valía mi riñon porque ella esta en lista de espera, y le dije que yo necesito pagar mi deuda, así que vale 300 mil».
«Averigüé en internet y vale más de dos millones pero yo quiero pagar mi deuda, sé que es ilegal, y que me van a juzgar pero bueno es mi situación», sostuvo la mujer, quien finalizó: «Tengo que pagar cuotas de 25 mil pesos por diez meses más».