Hirviendo de ira, en su mayoría enmascarados, los partidarios de Donald Trump irrumpieron y violaron el Capitolio de EE.UU el día miércoles. Avivados por un discurso desafiante en el cual el presidente afirmaba que le habían robado las elecciones.
Decenas de miles de simpatizantes desafiaron temperaturas escalofriantes para escucharlo hablar en la elipse debajo de la Casa Blanca, luego muchos marcharon hacia Capital Hill y subieron las escaleras, abriéndose paso y superando la valla policial del Capitolio, mientras algunos de los edificios de oficinas de los legisladores eran evacuados.
El alcalde de Washington emitió un toque de queda en toda la ciudad, desde el anochecer hasta la mañana siguiente.
En medio de la violencia Trump pidió a sus seguidores que permanezcan en paz y se fueran a casa. Pero también redobló sus afirmaciones de que la elección fue fraudulenta. Al anochecer, una mujer que recibió un disparo en el Capitolio murió, según un portavoz del departamento de Policía de Washington.
Gran parte de la multitud se mantuvo a pesar de la amenaza de arresto después del toque de queda de las 6 de la tarde.
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